sábado, 3 de octubre de 2009

Egipto, la electricidad.

Otra prueba de tecnología en el antiguo Egipto, un objeto fuera del tiempo o “Oopart”. Los dibujos de Dendera evidenciaron una posible respuesta, a la ausencia de humo en las tumbas profundas de los faraones. ¿Cómo podían trabajar en las profundidades sin la luz de las lámparas de aceite o de las antorchas? No me estoy refiriendo a las pirámides, pues su contrucción alberga un debate dificil de abordar en pocas líneas, si no al Valle de los Reyes. Tumbas excavadas cientos de metros e incluso kilómetros bajo tierra, túneles estrechos y oscuros, que están llenos de murales y estelas, que describen la vida de los faraones. Ahí radicaba la cuestión, hasta que se hallaron estos diagramas de antiguos artefactos capaces de producir luz.

Elementos del artefacto:

1. Sacerdote
2. Gases Ionizados
3. Descarga Eléctrica (serpiente)
4. Enchufe de Lámpara (Lotos)
5. Cable (Tallo de los lotos)
6. Dios del Aire
7. Aislante (Pilar Djed)
8. Portador de la Luz Thot (Dios) con cuchillos
9. Símbolo para “corriente”
10. Polaridad Inversa
11. Batería energética

En base a este antiguo diagrama egipcio, el ingeniero W. Garn contruyó un dispositivo funcional, con la capacidad de producir luz. En el libro de Krassa/Habeck, dos autores australianos que estudiaron a fondo el tema, encontramos el siguiente diagrama:

Si quitamos el bulbo de cristal, podemos encontrar 2 partes metálicas dentro (B), (C), podemos observar una descarga a niveles mucho más bajos, dependiendo del tamaño del globo de cristal (D). A una presión de 40 t, un filamento serpenteante conecta una parte metálica con la otra (E). Si nos alejamos, el filamento se ensancha y se ilumina hasta que encuentra el propio globo de cristal. Esto es exactamente lo que podemos observar, en los dibujos en las cámaras subterráneas del santuario de Hathor

Secuencia de encendido de la reproducción del diagrama egipcio realizada por el ingeniero W. Garn. Se puede apreciar claramente, como se va distribuyendo la incadescencia a medida que el filamento se va encendiendo. Realmente alucinante, si tenemos en cuenta que se emplearon materiales disponibles en la época de los faraones. ¿Pero de donde sacaron la energía para iluminar las bombillas?

Una posible respuesta, la encontramos en un hallazgo que se produjo en Irak a comienzos del siglo XX. Se halló una extraña vasija, que estaba atravesada longitudinalmente por una lámina cilíndrica de cobre. El borde del cilindro de cobre, estaba soldado con plomo a la vasija, una manufactura comparable a una soldadura moderna. La parte inferior de la vasija estaba sellada con betún a un disco de cobre. Otra capa de asfalto aislante, sellaba la parte superior de la vasija y también sujetaba una varilla de acero suspendida en el centro del cilindro de cobre. La varilla de cobre presentaba la evidencia de haber sido corroída por un agente ácido.

Wilhem Konig, el arqueólogo que examino el hallazgo, no se andó por las ramas buscando explicaciones extrañas. Sencillamente se limitó a describir lo que era evidente que se había encontrado, era una batería eléctrica. Una batería de más de 2000 años de antiguedad.

Konig pensó que esto era muy complicado de explicar y no encajaba con los ideales religiosos del momento, aún así publicó sus conclusiones. Pronto la guerra mundial hizo que este increible descubrimiento quedara convenientemente olvidado.


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En 1940 Willard F.M. Gray un ingeniero del Laboratorio de Alto Voltaje de la General Electric en Pittsfield, Masachussets, leyó la teoría de Konig. Usando dibujos y detalles proporcionados por un ingeniero de cohetes alemán, Gray fabricó una réplica de la batería. Usando una solución de sulfato de cobre, generó cerca de medio voltio de electricidad.

En 1970, un egiptólogo alemán, Arne Eggebrecht construyó una réplica de la pila de Baghdad y la rellenó con zumo prensado de uva fresca, como especulaba que lo habían hecho antiguamente. La réplica generó 0.87 voltios de energía eléctrica. Usó la corriente de la batería para galvanizar una estatua de plata con un recubrimiento de oro.

¿Podrían haberse usado dispositivos similares, para dotar de energía a la antigua bombilla egipcia? Otros autores han sugerido, que dichas luces se podrían haber alimentado con condensadores de electricidad estática. Lo que queda claro, es que hace más de 2000 años, eran perfectamente capaces de generar energía y de crear dispositivos de iluminación artificial.

1 comentario:

  1. La teoría de la electricidad para ser usada como sistema de iluminación es errónea. Lo que parece una bombilla eléctrica es en realidad un recipiente hecho de cuero y relleno de agua. Lo que parecen filamentos son electrodos, que pueden ser de oro, plata o cobre. Su finalidad era obtener coloides, es decir, micropartículas en suspensión acuosa con finalidad medicinal.
    Una bombilla no se instala a bajo nivel si no en altura. Los personajes que aparecen abajo del recipiente de cuero están levantando para vaciar su contenido.

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