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miércoles, 25 de noviembre de 2009

domingo, 15 de noviembre de 2009

Conspiración, el falso viaje a la luna.

Otros planetas, estructuras en la luna y conversación secreta.

Miles de espectadores de TVE vieron el 11 de enero de 2004 a Neil Armstrong y Buzz Aldrin explorando edificios en ruinas en el Mar de la Tranquilidad, en la Luna. Imágenes inéditas, se leía sobreimpresionado. Y Juan José Benítez decía: "Ésta fue la verdad, la única y secreta verdad. Aquel 21 de julio de 1969, Armstrong y Aldrin se alejaron escasos metros del módulo, filmando esta increíble construcción. Esta película, de 14 minutos, jamás fue difundida por la NASA". Numerosas copias del fragmento de la filmación emitido por TVE pueden verse en la actualidad en YouTube, bajo títulos como Vídeo censurado del viaje a la Luna y Construcciones en la Luna ocultadas por la NASA.

El ufólogo navarro sostiene que hace 39 años "el mundo, una vez más, fue engañado", que nos ocultaron el hallazgo de ruinas alienígenas en el satélite terrestre. A él se lo contó "un alto militar norteamericano", ya fallecido, cuya identidad nunca ha revelado y que consiguió hacerse con una copia de la película rodada en el Mar de la Tranquilidad, la que muchos creen todavía que se vio en TVE hace cuatro años. Un documento único porque los vestigios extraterrestres ya no existen: Washington los destruyó con bombas atómicas. Pero el militar desconocido no es el único que afirma que los astronautas encontraron construcciones en la Luna.

Un espía inexistente

Quien primero habló a Benítez de las ruinas lunares fue Carlos Paz Wells, un peruano que en los años 70 decía estar en contacto con seres de otros mundos. "Tenemos constancia de que los norteamericanos también conocen la existencia de las antiguas instalaciones de la Confederación (una unión planetaria al estilo de Star Trek). Y, según los guías, los lanzamientos realizados por los distintos Apollos de pequeñas bombas nucleares contra la superficie de la Luna no tenían la única finalidad de medir los posibles movimientos telúricos del satélite. Muy al contrario. La verdadera intención de los norteamericanos era destruir dichas instalaciones, cuyas posiciones conocían de antemano", afirmaba Paz en Ovnis: SOS a la Humanidad (1975), la obra de Benítez dedicada a las andanzas del Instituto Peruano de Relaciones Interplanetarias (IPRI).

Otra fuente, terrestre, confirmó poco después a Benítez la pasada presencia alienígena en la Luna. En 1979 llegó a las librerías españolas la obra Bases de ovnis en la Tierra. Su autor, Douglas O'Brien, decía ser un espía de la CIA arrepentido afincado en nuestro país. El libro era en realidad una novela firmada con pseudónimo por Javier Esteban, entonces un joven de veintiún años. "Para escribir la novela era preciso crear historias con fechas, lugares, etcétera. Para evitar la tarea de inventar miles de datos, acudí a las hemerotecas y tomé nota de miles de diversas fuentes: periódicos, revistas... De esta forma, incluía datos auténticos de sucesos ocurridos, tales como accidentes de aviones militares, expulsiones de diplomáticos, detenciones de espías, etcétera".

Esteban salpicó su relato del espía arrepentido de accidentes de ovnis y asesinatos. Varios ufólogos contactaron con él creyendo que hablaban con un ex agente de la CIA, y el joven les siguió el juego. Algunas de sus historias acabaron publicadas en periódicos, revistas esotéricas y libros de platillos volantes como hechos reales. Revelaba en su libro, entre otras cosas, que, tras descubrirse "cinco bases o lugares de estacionamiento distintos de ovnis en la Luna", EE UU las había destruido con bombas atómicas. "Lo gracioso del asunto es imaginar a personas en su sano juicio investigando la verosimilitud de tales disparates", recuerda el autor de Bases de ovnis en la Tierra.

De Guipúzcoa a la Luna

Como en toda conspiración que se precie, en ésta también hay de por medio un presunto empleado de la NASA. Se llamaba Alan Davis y murió en Sevilla hace unos años. Decía ser ingeniero de telecomunicaciones y que, en la noche de la llegada del hombre a la Luna, había visto en la estación de la NASA de isla de Antigua unas imágenes que ocultó al resto del mundo. Según varios ufólogos, era el encargado en la base caribeña de cortar la señal de televisión si sucedía algo inconveniente, y es lo que hizo cuando los astronautas del Apollo 11 se dieron de bruces con los edificios extraterrestres. "Es mentira. Nadie podía cortar la señal. Todo eso de las ruinas en la Luna no son nada más que tonterías", sentencia Luis Ruiz de Gopegui, director de la Estación de Seguimiento de Fresnedillas de la NASA en tiempos del proyecto Apollo.

La instalación madrileña era una de las tres estaciones claves en las comunicaciones con los astronautas, junto con las de California (EE UU) y Canberra (Australia). "En el momento del alunizaje, correspondió a Fresnedillas estar en contacto con la nave. Cuando Armstrong y Aldrin abandonaron el módulo lunar, era California", indica Ruiz de Gopegui. Los conspiranoicos argumentan que la NASA ocultó -¿para qué?- la existencia de los edificios y que hay que creer a Alan Davis. "¿Por qué se va a dudar de una persona que tiene esa valentía?", dice uno de sus amigos. Por una razón muy simple, porque ni él ni nadie ha presentado nunca una sola prueba que respalde sus extraordinarias afirmaciones, equiparables a las de quienes sostienen que ningún avión se estrelló contra el Pentágono el 11-S.

Y es que la película que mostró Benítez en la penúltima entrega de la serie Planeta encantado no es una documento grabado en la Luna, a pesar de que apareciera sobreimpresionada la leyenda Imágenes inéditas. La filmación es una recreación, un encargo del ufólogo a Dibulitoon Studio, una firma de animación radicada en Irún. Los astronautas que recorrían edificios en la Luna eran guipuzcoanos. Ésa es la verdad, la única y pública verdad.




La intercepción de un mensaje indica que avistó ovnis un tripulante del Apolo


Todo se supo por casualidad. Un grupo de radioaficionados captó una conversación secreta entre la NASA y los astronautas del Apolo 11 Neil Armstrong y Buzz Aldrin, en un “canal reservado” para estos mensajes, que revela que los tripulantes de la nave vieron ovnis y estructuras extraterrestres.


Un ex empleado de la NASA, Otto Binder, reconoció muchos años después de la misión que sí se registró tal diálogo.


Todavía más. Maurice Chatelain, un especialista en comunicaciones de la agencia espacial, admitió que “el encuentro con ovnis era perfectamente conocido en la NASA” y que “todas las misiones Apolo fueron seguidas por ovnis”.


En su libro “Beyond Top Secret”, el ufólogo Timothy Good, como otros, sostiene que los astronautas vieron extraterrestres en la Luna. La evidencia reside en la conversación secreta captada por los radioaficionados. A continuación, una parte de ese diálogo, tomada de Internet:


Apolo 11: ¿Qué diablos era? Es lo que quiero saber. Estas cosas eran gigantescas, señor. ¡Dios mío, usted no lo creería!


NASA: ...¿Qué diablos pasa?


Apolo 11: Están aquí, bajo la superficie.


NASA: ¿Qué hay ahí? Control de misión llamando a Apolo 11.


Apolo 11: Estamos aquí, los tres. Pero hemos encontrado visitantes...

Por las instalaciones, parece que han estado aquí desde hace mucho tiempo... Digo que ahí afuera hay aparatos espaciales. Están alineados en filas al otro lado del cráter...



Quienes pensaron que la tripulación vio un ovni reforzaron su creencia porque varias fotos de la misión Apolo 11 muestran inexplicables destellos en el cielo.


Las versiones de ovnis en la Luna o vigilando a los vuelos tripulados no son nuevas. Desde la creación de la NASA, en 1958, hay larga historia de avistamientos de ovnis de parte de sus pilotos de aviones y sus astronautas.


Joseph Walker, piloto del avión de pruebas X-15, en una charla en mayo de 1962, anunció que unos meses antes filmó dos ovnis en forma de disco.


Dos meses después, otro piloto del X-15, el mayor Robert White, reveló que su nave fue rodeada por una escuadrilla de ovnis al volar a unos 9,800 m de altura.


En 1965, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) descubrió que un informador de la NASA filtraba información sobre ovnis y lo asienta en un expediente, en septiembre de ese año.



En la mañana del 14 de marzo de 1990, Donald Ratsh, un radioaficionado de Baltimore, Maryland, seguía las transmisiones del transbordador Discovery cuando oyó la siguiente comunicación: “Houston, aquí Discovery, tenemos un problema. Tenemos un incendio”. Poco después dice Ratsh, se oyó una transmisión adicional: Houston, aquí Discovery. Todavía tenemos la nave espacial bajo observación. Una fuente de la NASA informó que el transbordador estuvo involucrado en un incidente con un ovni.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Ufología, en cráneo de starchild.


Historia del Cráneo de Starchild

Hace unos 65 años, en una cueva de un poblado rural ubicado a unos 150 km. al sur del estado mexicano de Chihuahua, una adolescente encontró dos esqueletos completos, uno muy extraño y de pequeño tamaño y otro de estatura y aspecto normal. La joven guardó éstos cráneos durante toda su vida y, tras su muerte, fueron entregados a un matrimonio norteamericano, para finalmente, pasar a manos de los investigadores norteamericanos Lloyd Pye y Mark Bean, quienes con la colaboración de empresas especializadas en genética como Trace Genetics CA USA, Instituto Royal Holloway de Londrés, además, el apoyo de gentista como Dr. Kem Paid junto a varios especialista en quimica, Neurociencia y CraneoFisiología han llegado a determinar que existe una probabilidd cercana al 90 por ciento que el craneo extraño sería de un ser hibrido de madre Humana y el padre de una raza no conocida.

El proyecto starchild

El fenómeno ha despertado semejante interés científico que actualmente, el proyecto “Starchild Proyect“, cuenta con prestigiosos investigadores de todo el mundo, con el único objetivo de dar respuesta a éste increible misterio.

Fotos de ambos cráneos:

El director del equipo de investigadores, Lloyd Pye, afirma que, la existencia de seres extraterrestres en nuestro planeta podría quedar demostrada gracias a éste extraordinario descubrimiento.

Los científicos explican que en las imágenes se puede obtener la siguiente información: Uno es totalmente normal y perteneció a una mujer joven, de entre 20 y 30 años, en cambio, el otro (el craneo StarChild) se le atribuyó a un niño de cinco años, muestra una serie de alteraciones que no parecen propias de un ser humano. Su morfología es muy extraña, con abultamiento a cada lado de los ojos y con la parte posterior alargada y aplastada. Además, las cuencas oculares son muy superficiales, por lo que se supone que la criatura carecía de movilidad en los ojos. Por otra parte, el denominado foramen magnum, el agujero que se encuentra en la base del cráneo y que lo une a la columna vertical, se encuentra adelantado, casi en el centro de la base. Asimismo las pruebas de carbono 14 y ADN, realizadas por el Dr. David Sweet de la University of British Columbia de Vancouver (Canadá), dieron como resultado una antigüedad de 900 años.

A su vez el equipo que analizó los cráneos descartó la posibilidad de que todas esas “peculiaridades” sean malformaciones congénitas, lo que deja con la gran posibilidad de que estamos frente a la presencia de una especie alienígena. esta posibilidad cobra mucha fuerza ya que las muestras de DNA realizada al craneo del “niño” no se ha podido encontar ninguna especie viviente conocida que coincida con el ADN del supuesto Padre, es más, están en la espera del definitivo exámen de ADN realizada con la más avanzada tecnología genética que tendrá el resultado final a fines de 2008 o comienzos de 2009.

La leyenda del niño de las estrellas

En cuanto al origen hibirdo de este niño, los indígenas que habitan la zona donde se encontraron los cráneos cuentan una antigua leyenda sobre los niños de las estrellas. Según estos relatos, que se remontan como mínimo a dos siglos atrás, unos seres procedentes de las estrellas dejaron embarazadas a varias mujeres que vivían en las aldeas más aisladas de la región. Después de dar a luz a estos niños de las estrellas, los criaban durante varios años, hasta que sus padres regresaban del cielo para llevárselos. ¿Es posible que los restos encontrados correspondieran a una madre que intentó evitar que le arrebatasen a su hijo híbrido?

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Ufología, los discos de Dropa.

Los Dropa también conocidos como Dropas, Drok-pa o Dzopa, (chino: 杜立巴) son, según ciertos escritores polémicos, una raza de extraterrestres de baja estatura que aterrizaron cerca del Tíbet hace aproximadamente 12.000 años.
Presunto descubrimiento

En 1938, según una fuente, Chi Pu Tei (chino: 齊福泰), un profesor de arqueología en la Universidad de Pekín, y sus estudiantes estaban en una expedición para explorar una serie de cuevas en las inaccesibles montañas de Bayan Kara Ula, cerca del Tíbet. Las cuevas parecían haber sido artificialmente talladas en un sistema de túneles y despensas subterráneas.

Se dice que los exploradores encontraron muchas tumbas con esqueletos de 138 cm de largo enterrados dentro de ellas. Los esqueletos tenían cabezas anormalmente grandes y cuerpos pequeños, delgados y frágiles. Un miembro del equipo sugirió que estos pudieran ser los restos de una especie desconocida de gorila de montaña. También se dice que el catedrático Chi Pu Tei, respondió: "¿Quién alguna vez se enteró de monos enterrándose el uno al otro?"

No había ningún epitafio en las tumbas, pero en cambio, unos cientos de discos de 30 cm de ancho de piedra ("Piedras de Dropa") fueron encontrados con agujeros de 20 mm de ancho en sus centros. Sobre las paredes fueron tallados los cuadros del Sol naciente, la Luna, estrellas, la Tierra, montañas, y líneas de puntos que unen la tierra con el cielo. Con los discos, las pinturas rupestres datan de aproximadamente 12.000 años.

Piedras de Dropa

Cada disco de piedra, según se informa, fue inscrito con dos surcos finos que se mueven en espiral del borde a un agujero en el centro del disco (quizás a diferencia del Disco de Festos). Etiquetaron los discos con otros hallazgos de la expedición y los mantuvieron en la Universidad de Pekín durante 20 años. Todos los intentos de descifrar los discos fueron inútiles.

Cuando los discos fueron examinados por el doctor Tsum Um Nui, en Pekín alrededor de 1958, él concluyó que cada surco en realidad consistía en una serie de diminutos jeroglíficos de origen y diseño desconocidos. Las filas de jeroglíficos eran tan pequeñas que fue necesaria una lupa para verlos claramente. Muchos de los jeroglíficos habían sido desgastados por la erosión. Cuando el doctor Tsum descifró los símbolos, reveló la historia de un aterrizaje forzoso de la nave espacial Dropa y la matanza de la mayor parte de los sobrevivientes por habitantes del lugar.

Según Tsum Um Nui, en una de las líneas de jeroglíficos se leía: "Los Dropa vinieron de las nubes en su nave. Nuestros hombres, mujeres y niños se escondieron en las cuevas diez veces antes del amanecer hasta que al fin entendieron las señas de los Dropa y se dieron cuenta que venían con intenciones de paz..." Otra sección expresa "pesar" de los habitantes de la montaña (tribu de los Ham) porque los alienígenas habían estrellado su nave y no podían construir otra para regresar a su planeta.

El Dr. Tsum supuestamente informó de su descubrimiento en 1962. Sin embargo, fue tomado en burla hasta tal punto que él mismo se exilió a Japón, donde luego moriría. La Academia de Pre-Historia de Pekín nunca le permitió publicar o hablar de su hallazgo otra vez.

"Tsum Um Nui" no es un nombre chino real, por lo que algunos críticos sugieren que ni siquiera haya existido. Otros aseguran que Tsum Um Nui es un nombre japonés adaptado al idioma chino. Además de sus teorías sobre los Dropa, no hay más evidencia de que haya existido.

Descubrimientos Recientes

Durante el 2007, una de las descendientes del Doctor Tsum Um Nui, revelo a la prensa que este había dejado en su casa, aparentemente con la intención de estudiarlos, algunas muestras de uno de los esqueletos hallados.

Si bien los primeros análisis no arrojaron resultados concluyentes, estos habrían quedado entre las pertenencias del doctor, esperando a revelar sus secretos en algún momento.

Durante Octubre de el 2007 se revelo a la prensa la existencia de estas muestras, con lo cual se enviaron para un análisis de ADN. Estos estudios trajeron a la luz más información de la que se esperaba, ya que se descubrió que no solo habia descendientes híbridos en un remoto pueblo en China.

Investigaciones

En 1965, finalmente dieron permiso al Profesor Chi Pu Tei y cuatro de sus colegas para revelar su teoría. Ellos la revelaron bajo el nombre de "The Grooved Script concerning Space-ships which, as recorded on the Discs, landed on Earth 12,000 years ago".

Los registros —unos 716 discos acanalados más tarde descubiertos en las mismas cuevas— cuentan una asombrosa historia de una sonda espacial enviada por los habitantes de otro planeta. Después del aterrizaje en las montañas Bayan Kara Ula, según dicen las escrituras, las pacíficas intenciones de los extraterrestres confundieron a los miembros de la tribu de los Ham, los habitantes de las cuevas vecinas, que persiguieron y mataron a los extraterrestres.

Las fotos muestran que los discos Dropa eran, de hecho, discos Bi, de los cuales miles han sido encontrados por todas partes de China, sobre todo en las provincias del sudeste del país. Los discos Bi pueden medir desde unas pulgadas a varios pies, y comúnmente son hechos de jade o nefrita, con un pequeño agujero redondo o cuadrado en el centro. La mayor parte de los discos Bi datan del período Neolítico (siglo XXX a. C.), pero han sido encontrados hasta del período de la dinastía Shang. Los discos Bi que datan de más allá del período Shang son por lo general más adornados, tallados con dragones, serpientes y a veces peces, y usados en ceremonias rituales. La mayor parte de los discos Bi del Neolítico fueron encontrados en tumbas, enterrados bajo la cabeza o los pies del difunto. Ningún disco Bi contiene escrituras o surcos en espiral como se han descrito en la historia Dropa por autores como Hartwig Hausdorf.

Los discos Dropa, como se dice, son sólo de 30 cm de diámetro. Sin embargo, una fotografía en blanco y negro, que según Hausdorf y otros pertenece a un disco Dropa, muestra claramente un disco que descansa sobre un asiento, con varios pies de diámetro, desprovisto de toda marca.

Investigación rusa

Las fotos de Wegerer

En 1974, Ernst Wegerer, un ingeniero austríaco, fotografió dos discos que coincidían con las descripciones de las Piedras de Dropa. Estaba en un viaje guiado en el Museo de Bampo en Xian, cuando vio los discos de piedra expuestos. Dijo que vio un agujero en el centro de cada disco y jeroglíficos en surcos, en parte desmenuzados, parecidos a una espiral.

Wegerer preguntó a los encargados del museo si le podían dar más información sobre las piezas en exhibición. La encargada no sabía nada sobre las piedras; sólo pudo contarle la historia completa de otros artefactos de arcilla. Lo único que sabía era que las piedras fueron "objetos de culto" sin importancia.

A Wegerer le permitieron tener uno de los discos en su mano. El ingeniero estimó que el disco pesaba 1 kg y medía 30 cm de diámetro. Los jeroglíficos no se apreciaban en sus fotografías porque el flash de la cámara no dejaba ver los detalles finos, como los surcos en espiral.

Unos pocos días después de la visita de Wegerer, la encargada fue despedida de su trabajo sin que se le explicaran las razones. Ella y los dos discos desaparecieron, según el profesor Wang Zhijun, director del Museo de Bampo, en marzo de 1994.

Este hallazgo tiene su fundamento en los videos de la NASA, los cuales están disponibles al público.

Corroboración

Desde que se descubrió el primer disco, muchos arqueólogos y antropólogos aprendieron más acerca de la solitaria área de Bayan Kara Ula. Mucha de la información que se encontró allí confirmaba la historia descrita en los discos.

Las leyendas, que supuestamente aún se conservan en el lugar, hablan de pequeños y delgados hombres de tez amarilla que "vinieron de las nubes hace mucho, mucho tiempo". Estos hombres tenían enormes y protuberantes cabezas, y débiles cuerpos, y eran tan feos y repugnantes que fueron rechazados por todos. "Hombres con rápidos caballos" persiguieron y cazaron a los "asquerosos enanos". Curiosamente, la descripción de los "invasores" concuerda con los esqueletos encontrados en las cuevas por el profesor Chi Pu Tei.

Críticas

Los críticos rechazaron en gran parte la historia de los Dropa, sosteniendo que era una mezcla de engaño y leyenda urbana. Por ejemplo, el escritor David Richie menciona que estas historias intrigaron a Gordon Chreighton, un Fellow de la Real Sociedad de Antropología y la Real Sociedad de Geografía. En la investigación, Chreighton consideró que las alegaciones sobre los Dropa “carecían de fundamento”, y detalló sus conclusiones en un artículo para el Flying Saucer Review.

No es fácil encontrar evidencia creíble que demuestre que las Piedras de Dropa existan o hayan existido en el pasado. Defensores del relato aseguran que es el resultado de una alteración social causada por la Revolución Cultural China y de un encubrimiento confabulado por las autoridades de ese país. Sin embargo esto va más allá de China; ya que los que se oponen a la historia de los Dropa, afirman que es un engaño de Erich von Däniken.

A continuación, se mencionan las refutaciones de las alegaciones más sensacionalistas sobre los Dropa:

* 1. El descubrimiento. No existen menciones de que se hayan realizado expediciones en Bayan Kara Ula en 1938. No hay referencias de la existencia de "Tsum Um Nui" (chino: 楚聞明) en ningún lado. Como se supone que huyó de China y murió en Japón en la década de 1960, la teoría del encubrimiento por autoridades chinas durante la Revolución Cultural sería falsa. En ningún momento existió una "Academia de Pre-Historia de Pekín".

* 2. Primeras fuentes. La primera mención de la historia se encuentra en el infame libro de Erich von Däniken, ¿Carros de los Dioses?. El libro fue criticado como poco fiable; de hecho, la mayoría de los nombres y fuentes que nombraba no pudieron ser confirmadas. Däniken afirmó que su fuente principal había sido el escritor de ciencia ficción Alexander Kazantsev. Sin embargo, Kazantsev negó esto y dijo que el mismo Däniken era quien le había contado la historia de los Dropa.

* 3. Posteriores fuentes. El libro de 1978, Sungods in Exile, "editado" por David Agamon, parece apoyar la historia de los Dropa; pero Agamon admitió en 1988, en la revista Fortrean Times, que el libro y su supuesto autor, el Dr. Karyl Robin-Evans, eran ficción. Algunos sitios web publicaron una fotografía de Robin-Evans con el actual Dalái Lama. Sin embargo, la foto es bastante reciente, por lo que no puede ser Robin-Evans (quien falleció en 1978, según Hartwig Hausdorf).

* 4. Traducción. No hay absolutamente ningún precedente de un lenguaje completamente desconocido que haya sido descifrado satisfactoriamente. Todas las lenguas perdidas antiguas han sido descubiertas de nuevo sólo porque ellas sobrevivieron en forma oral y/o escrita. Incluso en tales casos, descifrando y entendiendo estas viejas formas de lenguaje y sus escrituras por lo general tomaban décadas para múltiples equipos de lingüistas sumamente competentes, y los detalles de sus conclusiones constantemente están siendo examinados de nuevo y puestos al día. Además, se sabe de lo difícil de traducir textos antiguos, incluso teniendo conocimientos sobre estos idiomas (como la traducción de la Piedra de Rosetta por parte de Champollion). Considerando estos hechos, habría aún mayores dificultades en la traducción de una lengua realmente extraterrestre. Es por lo tanto sumamente improbable que sólo un erudito chino, sin ayuda de nadie, pudiera descifrar una escritura ajena a la lengua en su rato libre.

* 5. Los discos. Todo lo que existe de los discos de Dropa son varias fotos panóramicas. En primer lugar, los discos fotografiados no concuerdan con "los discos de 30 cm"; en las fotos son mucho más largos. Por otro lado, las fotos no muestran ninguno de los supuestos surcos profundos. Finalmente, no hay fotos, descripciones, análisis o cualquier otra evidencia que muestre la "escritura alien" que tienen los discos.

* 6. La evidencia. Supuestamente, los discos fueron guardados en varios museos de China. Sin embargo, ninguno de estos museos posee rastros de los discos. Tampoco se han encontrado los que, teóricamente, habían sido enviados a la Unión Soviética para ser analizados.

* 7. Las tribus Dropa. Mientras que se ha relatado que son tribus de enanos débiles, en la actualidad los Dropa son pastores nómadas que habitan la mayor parte del norte del Tíbet. Los Ham son también habitantes del Tíbet, y tradicionalmente han servido como guerreros: muchos de los guardaespaldas del 13º Dalai Lama durante su escape de la invasión china eran Ham tibetanos. La palabra "Dropa", según Creighton, describe a los residentes nómadas de las tierras altas del Tíbet, y literalmente puede ser traducida como "soledad" o "aislada". Además, Creighton describió a los Dropa no con semejanza a "trogloditas", o como "atrofiados"; al contrario, ellos tienden a ser bastante grandes y robustos, conviniendo a su ocupación como pastores.





Otros mundos, Anunnakis.




Otros mundos, Nephilim (gigantes en hebreo).


viernes, 6 de noviembre de 2009

Misterios, antiguas culturas.

Nave de Toprakale, Turquía – Se estima su antiguedad en unos 3000 años. Faltan la cabeza del piloto y la parte superior de la tobera de escape. La verdad es que deja poco margen de discusión.



Grabado de la tumba de Pacal Votán, Palenque, Méjico – Evidente muestra de tecnología en el arte precolombino. La imagen nos muestra la comparativa con uno de los transbordadores espaciales americanos.


Detalle del dibujo de la tumba de Pacal Votán.

Cuerpo hayado dentro de la tumba de Pacal Votán, los arqueólogos están desconcertados por qué ni las proporciones, ni las características físicas concuerdan con los antiguos Mayas. El esqueleto muestra una complexión fuerte y un gran tamaño que contrasta con las proporciones de los indígenas.

Otro detalle curioso del personaje enterrado es la máscara que muestra unas facciones más bien poco indígenas. Especialmente intereasante es el puente nasal que se prolonga hasta la frente.

Un “calentador” muy especial dentro del complejo de Palenque que es sospechosamente parecido a una tobera moderna.

Otro personaje del arte mesoamericano que parece manipular algún tipo de cápsula o de nave espacial.

Representación del Dios Quetzalcoatl, (Kukulkan Gukumatz) – Dios Maya que llegó de los cielos sobre una serpiente emplumada que escupía fuego. Nótese la similitud con el grabado anterior.


Escultura precolombina que muestra un hombre de facciones no indígenas con un casco espacial. A la derecha una imagen de un astronauta del programa espacial soviético.

Relieve precolombino denominado como “jugador de pelota” por parte de la comunidad arqueológica. Seguramente debía formar parte del equipo de futbol interestelar Maya, por eso lleva el casco con respirador y traje espacial…sin comentarios.

Más pretendidos “jugadores de pelota” con trajes espaciales incluidos, juzgad vosotros mismos. Es que da hasta vergüenza la interpretación arqueológica aceptada.

A la derecha otro “Dios de la Antiguedad” de los Mayas, Ciudad de Tikal, Guatemala. Es importante fijarse en los detalles tecnológicos del traje, como por ejemplo los tubos que salen de la base de las botas. A la izquierda la representación indú del Dios Ganesha, nótese el parecido con una máscara de piloto de caza actual.

Antiguo Dios colombiano que tiene unos 3000 años de antiguedad. Ni el casco ni la ropa concuerda con las vestimentas de la época.

Astronauta de Kiev – Tiene unos 2000 años de antiguedad y viste un extraño traje metálico con casco.

Cuchillo ceremonial precolombino – Al igual que el astronauta de Palenque parece pilotar algún tipo de artefacto mecánico.

Diferentes figuras precolombinas vestidos con cascos y escafandras. Abajo astronauta con su “nave”.

Dios Tláloc en Teotihuacan, Méjico – Imagen de un hombre de rasgos caucasianos con barba y bigote. Especialmente interesante son las “gafas” y el casco que viste.

Imágenes de los “Dioses Blancos” – A la izquierda cabeza Azteca de un Caballero Águila y a la derecha una estatuilla Olmeca que representa a un Dios Blanco barbado. Está muy claro que ambas figuras destacan por sus rasgos caucasianos, además el de izquierda luce un casco muy peculiar y el de la derecha tiene barba, en contraposición a los indígenas.

Varias estatuas precolombinas que nos muestran a antiguos dioses en posiciones curiosamente forzadas, que nos recuerdan a los astronautas del Programa Apolo dentro de la cápsula.

Otra imagen de los Caballeros Águila Aztecas. En este caso destaca mucho la forma del casco, que parece llevar respiradores o una especie de mascarilla.

Figuras de oro que represntan… ¿Aviones? ¿Existían aviones en la época de las antiguas culturas precolombinas?

Han sido calificados como representaciones de pájaros, como representaciones de insectos. Pero si nos fijamos en el centro de la colección hay una figura con ¿Hélice? ¿Alguien imagina a un pájaro o a un insecto con hélice?

Se han realizado pruebas aerodinámicas y de vuelo reales con algunas de estas formas y se ha demostrado con éxito que son perfectamente capaces de volar. ¿Pero si había aviones donde están las pistas de aterrizaje y despegue?

Pues las pistas EXISTEN, están a 3000 Km. al sur de Perú.

Más figuras de astronautas precolombinos. Es necesario destacar que varios insiders han revelado, que las líneas básicas de los diseños de los trajes espaciales del Programa Apolo, se fundamentaron en las imágenes de los antiguos atronautas representados en estas culturas.

No nos deberían sorprender estas muestras evidentes de contacto con lo que parecen ser diferentes razas estelares humanoides. Las propias historias, leyendas y mitos de las culturas de la tierra, nos hablan de los dioses antiguos que les dieron las bases de la tecnología, las leyes, les enseñaron el pastoreo y el cultivo, además del lenguaje, las matemáticas y la astronomía.


Mas muestras de personajes con casco en el arte precolombino. Las facciones de la cabeza de la izquierda parecen notablemente orientales, e incluso recuerda un poco a la cara de algunos budas. En la esquina superior derecha parece llevar un respirador especial y figura de rasgos claramente caucasianos en la esquina inferior derecha.

Otro traje espacial completo y en este caso se puede apreciar el detalle del diseño del traje en las piernas y los brazos para poder mover adecuadamente las articulaciones, como en el caso de los trajes espaciales modernos (prototipo en fase experimental del nuevo traje espacial de la NASA).

Otra imagen de Quetzalcoatl, el Dios blanco de la sabiduría. Otra vez el detalle de la barba y los rasgos obligan a reflexionar al respecto.

Más estatuas con rasgos diferentes a los indígenas de la cultura Maya en Guatemala. A la izquierda una estatua hecha de cal llamada “La Blanca”, probablemente realizada en este material por el color de la piel de la mujer que evidencia rasgos entre orientales y caucasianos. A la derecha una estatua de madera con bigote, se haya en una extraña postura. Parece manipular una especie de gran collar. Tiene rasgos que parecen orientales, que recuerdan a los mongoles.

Cabezas Olmecas que denotan claramente facciones negroides. ¿Facciones orientales, caucasianas y negroides en la América precolombina? Es evidente que aquí hay algo que no encaja.

Las diferentes características étnicas de la raza humana en la Tierra, son fruto de la interacción genética hace miles de años con distintas razas humanoides de fuera de este planeta.

Nueva figura Olmeca, en esta ocasión aparte de poder distinguir perfectamente los rasgos negroides de la figura, podemos ver claramente que lleva puesto un traje espacial ajustado con casco y se pueden distinguir en la cara las finas líneas de la tela del mismo. Recuerda a la primera capa de ropa de los trajes espaciales modernos. Tambien se pueden ver con claridad los grandes guantes que viste. Está manejando algún tipo de artefacto desconocido.

Detalle de un relieve de la ciudad Maya de Tikal, donde podemos apreciar otra vez a un humaoide de facciones negroides que porta un elaborado casco con gafas y tiene una especie de pinza en vez de dedos.

Detalle de otro relieve de Tikal, donde podemos apreciar al mismo individuo enfundado por completo en el traje espacial. Cabe destacar el detalle del cableado alrededor del traje, en la base de las botas y enlazando con los saquillos que cuelgan de los laterales un tubo que sube hasta el centro del torso ¿Depósitos de oxígeno? A la altura de los hombros tambien podemos apreciar varios tubos. En este caso tambien podemos observar el detalle de las pinzas, que es la clave para reconocerlo.

Representación de los “Kappas”, unos seres que llegarón del espacio exterior y estuvieron viviendo en Japón hasta hace unos 1000 años. Esta información no hubiera despertado una reacción escéptica si no fuera por qué fue divulgada por una prestigiosa publicación, famosa por su seriedad y no hubiera sido respaldada por uno de los más prestigiosos hombres de ciencia de Japón, el profesor Komatsu Kitamura, arqueólogo e historiador de gran valía. ¿No recuerdan los humanoides con pinza de los Kappas a las representaciones de Tikal?

¿Podrían haber mezclado su ADN estos visitantes con pinzas con algunos humanos, de forma que quedara algún vestigio de ello? “The Lobster Boy” Una persona que nació con las manos y los pies con forma de pinza. Esta condición fisiológica se mantuvo durante 5 generaciones.

Detalle radiográfico de una persona con manos en forma de pinza.

En este caso tenemos una gran cabeza humana descubierta en la selva de Guatemala (Monte Alto) en 1940, de la que no se ha hecho excesiva publicidad. Destaca el tamaño descomunal de la misma, como en el caso de las cabezas Olmecas y sus evidentes rasgos caucasianos. Como referencia ver a las dos personas subidas encima de la misma y el tamaño del coche.

Otra cabeza Olmeca, en este caso tiene una forma y proporciones bastante extrañas. Es evidente que las facciones no tienen nada que ver con las indígenas del lugar, aparte parece llevar una especie de máscara que le cubre gran parte de la cara.

Dibujo precolombino que muestra una nave en forma de “puro” donde existe un centro de control con un personaje aparentemente pilotando y otros personajes igualmente sentados en diferentes compartimentos manipulando distintos controles.

Otra curiosa representación Maya a la que han butizado como “El observador astronómico”. Cabe destacar la similitud de esta dibujo con el anterior. En todo caso lo que rodea al personaje emite una especie de resplandor y lo envuelve por completo, así que parece más algún tipo de aparato emisor de energía, como una especie de campo de fuerza.

Representación Maya de una nave espacial completa, con sus diferentes compartimentos con la figura de la serpiente con tobera que escupe fuego, las diferentes secciones que manipulan controles de vuelo y hablan por intercomunicadores, asientos tecnológicos y piloto manejando la palanca de mando de la nave.


Dos naves figurillas de metal que recuerdan claramente a naves espaciales. La de arriba es tridimensional, mientras que la de abajo se trata de una vista lateral semi-bidimensional.

Nave pilotada por un humanoide que parece llevar un elaborado casco. El traje recuerda al Caballero Aguila Azteca. Se puede apreciar como la mano a la derecha está manejando lo que parecen ser controles de vuelo. Tambien se puede apreciar claramente la forma semidiscoidal de la nave, que está provista de cola.

Otra muestra de arte precolombino “tecnológico”. Parece que estas culturas dominaban el diseño aeroespacial por lo menos 4 milenios antes.

¿Podrían haber conocido tembien la tecnología del vuelo individual, algo parecido a los jetpacks? La respuesta parece ser afirmativa si atendemos a estas estatuillas de oro macizo. Hay que destacar se hayan en una posición que denota muchas similitudes con los vuelos actuales.

Video con el resumen: