miércoles, 11 de noviembre de 2009

Ufología, los discos de Dropa.

Los Dropa también conocidos como Dropas, Drok-pa o Dzopa, (chino: 杜立巴) son, según ciertos escritores polémicos, una raza de extraterrestres de baja estatura que aterrizaron cerca del Tíbet hace aproximadamente 12.000 años.
Presunto descubrimiento

En 1938, según una fuente, Chi Pu Tei (chino: 齊福泰), un profesor de arqueología en la Universidad de Pekín, y sus estudiantes estaban en una expedición para explorar una serie de cuevas en las inaccesibles montañas de Bayan Kara Ula, cerca del Tíbet. Las cuevas parecían haber sido artificialmente talladas en un sistema de túneles y despensas subterráneas.

Se dice que los exploradores encontraron muchas tumbas con esqueletos de 138 cm de largo enterrados dentro de ellas. Los esqueletos tenían cabezas anormalmente grandes y cuerpos pequeños, delgados y frágiles. Un miembro del equipo sugirió que estos pudieran ser los restos de una especie desconocida de gorila de montaña. También se dice que el catedrático Chi Pu Tei, respondió: "¿Quién alguna vez se enteró de monos enterrándose el uno al otro?"

No había ningún epitafio en las tumbas, pero en cambio, unos cientos de discos de 30 cm de ancho de piedra ("Piedras de Dropa") fueron encontrados con agujeros de 20 mm de ancho en sus centros. Sobre las paredes fueron tallados los cuadros del Sol naciente, la Luna, estrellas, la Tierra, montañas, y líneas de puntos que unen la tierra con el cielo. Con los discos, las pinturas rupestres datan de aproximadamente 12.000 años.

Piedras de Dropa

Cada disco de piedra, según se informa, fue inscrito con dos surcos finos que se mueven en espiral del borde a un agujero en el centro del disco (quizás a diferencia del Disco de Festos). Etiquetaron los discos con otros hallazgos de la expedición y los mantuvieron en la Universidad de Pekín durante 20 años. Todos los intentos de descifrar los discos fueron inútiles.

Cuando los discos fueron examinados por el doctor Tsum Um Nui, en Pekín alrededor de 1958, él concluyó que cada surco en realidad consistía en una serie de diminutos jeroglíficos de origen y diseño desconocidos. Las filas de jeroglíficos eran tan pequeñas que fue necesaria una lupa para verlos claramente. Muchos de los jeroglíficos habían sido desgastados por la erosión. Cuando el doctor Tsum descifró los símbolos, reveló la historia de un aterrizaje forzoso de la nave espacial Dropa y la matanza de la mayor parte de los sobrevivientes por habitantes del lugar.

Según Tsum Um Nui, en una de las líneas de jeroglíficos se leía: "Los Dropa vinieron de las nubes en su nave. Nuestros hombres, mujeres y niños se escondieron en las cuevas diez veces antes del amanecer hasta que al fin entendieron las señas de los Dropa y se dieron cuenta que venían con intenciones de paz..." Otra sección expresa "pesar" de los habitantes de la montaña (tribu de los Ham) porque los alienígenas habían estrellado su nave y no podían construir otra para regresar a su planeta.

El Dr. Tsum supuestamente informó de su descubrimiento en 1962. Sin embargo, fue tomado en burla hasta tal punto que él mismo se exilió a Japón, donde luego moriría. La Academia de Pre-Historia de Pekín nunca le permitió publicar o hablar de su hallazgo otra vez.

"Tsum Um Nui" no es un nombre chino real, por lo que algunos críticos sugieren que ni siquiera haya existido. Otros aseguran que Tsum Um Nui es un nombre japonés adaptado al idioma chino. Además de sus teorías sobre los Dropa, no hay más evidencia de que haya existido.

Descubrimientos Recientes

Durante el 2007, una de las descendientes del Doctor Tsum Um Nui, revelo a la prensa que este había dejado en su casa, aparentemente con la intención de estudiarlos, algunas muestras de uno de los esqueletos hallados.

Si bien los primeros análisis no arrojaron resultados concluyentes, estos habrían quedado entre las pertenencias del doctor, esperando a revelar sus secretos en algún momento.

Durante Octubre de el 2007 se revelo a la prensa la existencia de estas muestras, con lo cual se enviaron para un análisis de ADN. Estos estudios trajeron a la luz más información de la que se esperaba, ya que se descubrió que no solo habia descendientes híbridos en un remoto pueblo en China.

Investigaciones

En 1965, finalmente dieron permiso al Profesor Chi Pu Tei y cuatro de sus colegas para revelar su teoría. Ellos la revelaron bajo el nombre de "The Grooved Script concerning Space-ships which, as recorded on the Discs, landed on Earth 12,000 years ago".

Los registros —unos 716 discos acanalados más tarde descubiertos en las mismas cuevas— cuentan una asombrosa historia de una sonda espacial enviada por los habitantes de otro planeta. Después del aterrizaje en las montañas Bayan Kara Ula, según dicen las escrituras, las pacíficas intenciones de los extraterrestres confundieron a los miembros de la tribu de los Ham, los habitantes de las cuevas vecinas, que persiguieron y mataron a los extraterrestres.

Las fotos muestran que los discos Dropa eran, de hecho, discos Bi, de los cuales miles han sido encontrados por todas partes de China, sobre todo en las provincias del sudeste del país. Los discos Bi pueden medir desde unas pulgadas a varios pies, y comúnmente son hechos de jade o nefrita, con un pequeño agujero redondo o cuadrado en el centro. La mayor parte de los discos Bi datan del período Neolítico (siglo XXX a. C.), pero han sido encontrados hasta del período de la dinastía Shang. Los discos Bi que datan de más allá del período Shang son por lo general más adornados, tallados con dragones, serpientes y a veces peces, y usados en ceremonias rituales. La mayor parte de los discos Bi del Neolítico fueron encontrados en tumbas, enterrados bajo la cabeza o los pies del difunto. Ningún disco Bi contiene escrituras o surcos en espiral como se han descrito en la historia Dropa por autores como Hartwig Hausdorf.

Los discos Dropa, como se dice, son sólo de 30 cm de diámetro. Sin embargo, una fotografía en blanco y negro, que según Hausdorf y otros pertenece a un disco Dropa, muestra claramente un disco que descansa sobre un asiento, con varios pies de diámetro, desprovisto de toda marca.

Investigación rusa

Las fotos de Wegerer

En 1974, Ernst Wegerer, un ingeniero austríaco, fotografió dos discos que coincidían con las descripciones de las Piedras de Dropa. Estaba en un viaje guiado en el Museo de Bampo en Xian, cuando vio los discos de piedra expuestos. Dijo que vio un agujero en el centro de cada disco y jeroglíficos en surcos, en parte desmenuzados, parecidos a una espiral.

Wegerer preguntó a los encargados del museo si le podían dar más información sobre las piezas en exhibición. La encargada no sabía nada sobre las piedras; sólo pudo contarle la historia completa de otros artefactos de arcilla. Lo único que sabía era que las piedras fueron "objetos de culto" sin importancia.

A Wegerer le permitieron tener uno de los discos en su mano. El ingeniero estimó que el disco pesaba 1 kg y medía 30 cm de diámetro. Los jeroglíficos no se apreciaban en sus fotografías porque el flash de la cámara no dejaba ver los detalles finos, como los surcos en espiral.

Unos pocos días después de la visita de Wegerer, la encargada fue despedida de su trabajo sin que se le explicaran las razones. Ella y los dos discos desaparecieron, según el profesor Wang Zhijun, director del Museo de Bampo, en marzo de 1994.

Este hallazgo tiene su fundamento en los videos de la NASA, los cuales están disponibles al público.

Corroboración

Desde que se descubrió el primer disco, muchos arqueólogos y antropólogos aprendieron más acerca de la solitaria área de Bayan Kara Ula. Mucha de la información que se encontró allí confirmaba la historia descrita en los discos.

Las leyendas, que supuestamente aún se conservan en el lugar, hablan de pequeños y delgados hombres de tez amarilla que "vinieron de las nubes hace mucho, mucho tiempo". Estos hombres tenían enormes y protuberantes cabezas, y débiles cuerpos, y eran tan feos y repugnantes que fueron rechazados por todos. "Hombres con rápidos caballos" persiguieron y cazaron a los "asquerosos enanos". Curiosamente, la descripción de los "invasores" concuerda con los esqueletos encontrados en las cuevas por el profesor Chi Pu Tei.

Críticas

Los críticos rechazaron en gran parte la historia de los Dropa, sosteniendo que era una mezcla de engaño y leyenda urbana. Por ejemplo, el escritor David Richie menciona que estas historias intrigaron a Gordon Chreighton, un Fellow de la Real Sociedad de Antropología y la Real Sociedad de Geografía. En la investigación, Chreighton consideró que las alegaciones sobre los Dropa “carecían de fundamento”, y detalló sus conclusiones en un artículo para el Flying Saucer Review.

No es fácil encontrar evidencia creíble que demuestre que las Piedras de Dropa existan o hayan existido en el pasado. Defensores del relato aseguran que es el resultado de una alteración social causada por la Revolución Cultural China y de un encubrimiento confabulado por las autoridades de ese país. Sin embargo esto va más allá de China; ya que los que se oponen a la historia de los Dropa, afirman que es un engaño de Erich von Däniken.

A continuación, se mencionan las refutaciones de las alegaciones más sensacionalistas sobre los Dropa:

* 1. El descubrimiento. No existen menciones de que se hayan realizado expediciones en Bayan Kara Ula en 1938. No hay referencias de la existencia de "Tsum Um Nui" (chino: 楚聞明) en ningún lado. Como se supone que huyó de China y murió en Japón en la década de 1960, la teoría del encubrimiento por autoridades chinas durante la Revolución Cultural sería falsa. En ningún momento existió una "Academia de Pre-Historia de Pekín".

* 2. Primeras fuentes. La primera mención de la historia se encuentra en el infame libro de Erich von Däniken, ¿Carros de los Dioses?. El libro fue criticado como poco fiable; de hecho, la mayoría de los nombres y fuentes que nombraba no pudieron ser confirmadas. Däniken afirmó que su fuente principal había sido el escritor de ciencia ficción Alexander Kazantsev. Sin embargo, Kazantsev negó esto y dijo que el mismo Däniken era quien le había contado la historia de los Dropa.

* 3. Posteriores fuentes. El libro de 1978, Sungods in Exile, "editado" por David Agamon, parece apoyar la historia de los Dropa; pero Agamon admitió en 1988, en la revista Fortrean Times, que el libro y su supuesto autor, el Dr. Karyl Robin-Evans, eran ficción. Algunos sitios web publicaron una fotografía de Robin-Evans con el actual Dalái Lama. Sin embargo, la foto es bastante reciente, por lo que no puede ser Robin-Evans (quien falleció en 1978, según Hartwig Hausdorf).

* 4. Traducción. No hay absolutamente ningún precedente de un lenguaje completamente desconocido que haya sido descifrado satisfactoriamente. Todas las lenguas perdidas antiguas han sido descubiertas de nuevo sólo porque ellas sobrevivieron en forma oral y/o escrita. Incluso en tales casos, descifrando y entendiendo estas viejas formas de lenguaje y sus escrituras por lo general tomaban décadas para múltiples equipos de lingüistas sumamente competentes, y los detalles de sus conclusiones constantemente están siendo examinados de nuevo y puestos al día. Además, se sabe de lo difícil de traducir textos antiguos, incluso teniendo conocimientos sobre estos idiomas (como la traducción de la Piedra de Rosetta por parte de Champollion). Considerando estos hechos, habría aún mayores dificultades en la traducción de una lengua realmente extraterrestre. Es por lo tanto sumamente improbable que sólo un erudito chino, sin ayuda de nadie, pudiera descifrar una escritura ajena a la lengua en su rato libre.

* 5. Los discos. Todo lo que existe de los discos de Dropa son varias fotos panóramicas. En primer lugar, los discos fotografiados no concuerdan con "los discos de 30 cm"; en las fotos son mucho más largos. Por otro lado, las fotos no muestran ninguno de los supuestos surcos profundos. Finalmente, no hay fotos, descripciones, análisis o cualquier otra evidencia que muestre la "escritura alien" que tienen los discos.

* 6. La evidencia. Supuestamente, los discos fueron guardados en varios museos de China. Sin embargo, ninguno de estos museos posee rastros de los discos. Tampoco se han encontrado los que, teóricamente, habían sido enviados a la Unión Soviética para ser analizados.

* 7. Las tribus Dropa. Mientras que se ha relatado que son tribus de enanos débiles, en la actualidad los Dropa son pastores nómadas que habitan la mayor parte del norte del Tíbet. Los Ham son también habitantes del Tíbet, y tradicionalmente han servido como guerreros: muchos de los guardaespaldas del 13º Dalai Lama durante su escape de la invasión china eran Ham tibetanos. La palabra "Dropa", según Creighton, describe a los residentes nómadas de las tierras altas del Tíbet, y literalmente puede ser traducida como "soledad" o "aislada". Además, Creighton describió a los Dropa no con semejanza a "trogloditas", o como "atrofiados"; al contrario, ellos tienden a ser bastante grandes y robustos, conviniendo a su ocupación como pastores.





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